Tatuajes

por | 31 julio, 2024

Un estudio recientemente publicado ha revelado una inquietante noticia en relación a los tatuajes y maquillajes permanentes que en forma tan frecuente se usan en la actualidad.

Un estudio pionero en su tipo realizado en EEUU ha demostrado que un gran porcentaje de la tinta sin abrir, sellada y lista para ser utilizada en los mismos se encontraba contaminada con bacterias a pesar de proceder de fabricantes reconocidos.

La investigación analizó 75 tintas para tatuajes de 14 fábricas diferentes, resultando que el 35% de los productos contenían bacterias, tanto aeróbicas que requieren Oxígeno para su desarrollo como anaeróbicas, correspondiendo estas últimas a las que prosperan en medios con poco o sin Oxígeno como ocurre en la capa dérmica o más profunda de la piel.

Este estudio estaría demostrando que las infecciones en la piel, luego de un tatuaje, no son siempre sólo atribuibles a la asepsia del procedimiento o a la higiene del operador, sino que también puede intervenir en sus inicios la contaminación de la tinta utilizada.

Este descubrimiento plantearía un riesgo significativo para la salud ya que estas tintas se inyectan en la capa dérmica de la piel, más profunda que la epidermis, creando un entorno propicio para las infecciones bacterianas.

Los tatuajes son cada vez más populares y se estima que en EEUU al menos el 32% de las personas tienen al menos un tatuaje. Sin embargo, el incremento de esta práctica ha coincidido con un aumento de las infecciones que tendrían como punto de entrada a la piel.

Entre las muestras analizadas se obtuvieron y se identificaron varias cepas patógenas que incluso, en algunos casos, compartían la misma tinta.

 Por otra parte, las tintas contaminadas resultaron de envases originales inviolables, cuyas etiquetas garantizaban la esterilidad del producto.

Los resultados subrayan la importancia de monitorear estos productos para detectar bacterias en los mismos, muchas de las cuales pueden ser patógenas y producir enfermedades en la piel.

Del mismo modo, en relación a los resultados de este estudio, se debería informar la posibilidad de infecciones, reacciones alérgicas y otras complicaciones relacionadas con los tatuajes y la tinta permanente.

Los consejos específicos pueden incluir asegurarse que el salón donde se realizan verifique que las tintas para tatuajes provengan de fuentes confiables y, si es posible, sean esterilizadas. Obviamente cumplir también con estrictas prácticas de higiene para la realización de los mismos.

Las personas jóvenes, frecuentes usuarios de tatuajes, deben ser prevenidos sobre estas circunstancias. En relación a los adolescentes, se debe motivar a los padres para controlar la evolución inmediata del tatuaje y la aparición de signos de infección, en especial aquellos con sistemas inmunitarios deficientes o comprometidos.

Medidas regulatorias más estrictas podrían ayudar a reducir el riesgo de estas infecciones, garantizando prácticas de tatuajes más seguras. Las mencionadas regulaciones deben incluir estándares más estrictos en la fabricación de tintas, con pruebas de esterilidad, inspecciones y auditorías regulares de las plantas que producen estos productos.

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