– Mi hijo aún no empezó a hablar !
RETRASOS EN EL DESARROLLO DEL HABLA
Junio 2018
El retraso en el desarrollo del habla durante la infancia constituye una preocupación de los padres que motivan la frecuente consulta al pediatra.
Hay adquisiciones en el lenguaje que se consideran como normales para cada edad y que orientan a los profesionales a considerar o no la normal maduración del mismo.
En realidad la preocupación comentada se refiere generalmente al desarrollo del lenguaje verbal, aquel que se expresa por la palabra y por la que puede hacerse entender tanto los niños como los adultos. Sin embargo el proceso de adquisición del lenguaje se inicia desde muy temprana edad. La comunicación denominada preverbal engloba un conjunto de miradas, acciones, gestos, vocalizaciones que conforman las bases fundamentales de la comunicación verbal propiamente dicha. Así, el bebé desde muy pequeño establece una relación con su madre y con el entorno más cercano por medio de su sonrisa o su llanto. La orientación de la mirada y la facultad de reconocer un rostro humano es parte de la interpretación y aceptación del mundo que le rodea. El niño va desarrollando los conceptos lingüísticos en base al procesamiento de los diferentes estímulos, lo que toca, huele, siente, ve y escucha. Escuchar correctamente es condición indispensable para que el lenguaje verbal aparezca y se desarrolle en forma normal.
Obviamente toda anomalía o malformación de la boca o garganta que involucre órganos comprometidos con la emisión de sonidos o palabras provocará también una alteración en la aparición o el desarrollo del lenguaje.
Ante la preocupación por un niño que no habla, o que tiene un pobre desarrollo del lenguaje o que habla poco se deben considerar todos estos aspectos aquí vertidos y que pueden llevar o facilitar un diagnóstico y un más rápido tratamiento.
Frente a un niño con escaso desarrollo del lenguaje en relación a su edad es primordial saber si oye en forma normal. No obstante haber superado en forma satisfactoria las otoemisones acústicas durante los primeros días de vida, el resultado del mismo no es total garantía que el niño a mayor edad sufra hipoacusias, generalmente adquiridas, que interfieran en el desarrollo del lenguaje. El juego es una valiosa herramienta en niños pequeños que, por intermedio de fonoaudiólogos expertos, puede informar sobre la normalidad en la audición.
Otro aspecto a considerar es la existencia o no de un lenguaje preverbal. Como se dijo al principio, el niño antes de comenzar a hablar se comunica por medio de gestos y miradas, señala lo que desea, llora cuando algo no le gusta y se ríe cuando le agrada. Si en la historia personal del niño todo esto no aparece o es muy escaso probablemente estemos frente a un trastorno algo más complejo y que probablemente no sólo involucre al lenguaje.
Los niños que desde temprana edad no tienen curiosidad por el rostro humano despertándole sensaciones de placer o displacer, que no fijan o evitan la mirada a quien le habla probablemente expresen una dificultad en la decodificación del mundo exterior. Posiblemente estos casos constituyan un trastorno en el desarrollo más amplio e involucren otros aspectos. La evaluación neurológica será obligada para llegar a un diagnóstico más certero.
Hay chicos con un pobre desarrollo del lenguaje en relación a su edad y que no poseen patología orgánica. Escuchan, ven correctamente y salvo el lenguaje poseen un desarrollo madurativo normal para la edad. Estos casos suelen originarse por una falta en la estimulación del habla por parte de padres o cuidadores. Adultos con poca interacción con estos niños provocan un retardo en la adquisición del habla que suele mejorar modificando dichas conductas o bien en el ingreso al jardín. El frecuente uso de pantallas para el entretenimiento de los niños puede repercutir en el desarrollo del lenguaje. Si bien se interactúa con el dispositivo en muchos de los juegos la palabra suele quedar de lado. Por otro lado los mismos nunca pueden reemplazar a la palabra de una madre o de un padre dialogando o contando un cuento.
Hay niños a los que sólo les entienden los padres. Presentan en forma general una maduración normal pero su lenguaje es poco claro. Tienen deseos de comunicarse y de expresarse. La entonación y la expresión son correctas en relación a lo que quieren contar y acompañan el relato con gestos y mímicas. La mayoría de ellos poseen una maduración incompleta en el desarrollo del lenguaje que generalmente suele superarse sin demasiados inconvenientes. El apoyo fonoaudiológico en estos niños es muy útil logrando resultados favorables en cortos plazos. Nuevamente el juego es el principal aliado durante estas prácticas.
En líneas generales, A partir de los 4 años los niños suelen hablar en forma clara, utilizando gran cantidad de palabras, preguntando muchas cosas y manteniendo una conversación. Todavía pueden presentar algunos defectos en la articulación de los fonemas más complejos (hasta alrededor de los 4 años y 6 m) como por ejemplo en el fonema “r” o en silabas combinadas con “r “.
Finalmente el niño pre escolar 5 años debe manejar todos los aspectos del lenguaje, habiendo corregido las dislalias que pudieran haber aparecido en los años anteriores.
A modo de resumen se incluye un cuadro con los probables orígenes de retardos en la adquisición del habla.
1) Déficits anatómicos: Malformaciones del paladar, de los labios, lengua, etc.
2) Déficit en la audición
3) Déficit en el control de la motricidad de la boca y faringe.
4) Déficit específico del habla y del lenguaje oral y escrito: (Dislalias, retrasos simples, trastorno específico del desarrollo del lenguaje (TEDL), tartamudez)
5) Trastornos del lenguaje que forman parte de otros cuadros (Deficiencia intelectual, mutismo selectivo, autismo y su espectro)