ENFERMEDAD BOCA-MANO-PIE
SU NOMBRE LA DEFINE
Febrero 2017
La enfermedad boca-mano-pie es una patología viral que suele afectar a niños preescolares y escolares. Las características lesiones sobre estos tres sectores del cuerpo le han dado el nombre a la enfermedad que es bastante contagiosa, provocando brotes especialmente durante los veranos y otoños.
Está causada por el virus coxsackie A y el contagio suele producirse de niño a niño por secreciones nasales, orales o materia fecal. Lo cierto es que el virus ingresa al organismo por la boca y absorbiéndose en el intestino delgado llega a la sangre distribuyéndose especialmente en la mucosa oral y en la piel, produciendo lesiones características. Posee un período de incubación de aproximadamente de 4 a 6 días. Previo a la manifestación de la enfermedad puede haber fiebre o febrícula, malestar general, resfrío o diarrea. Uno o dos días más tarde comienzan las lesiones en la boca. Las mismas son vesículas de aproximadamente 4 a 8 mm. que suelen estar rodeadas de halos rojizos. Generalmente el compromiso es mayor sobre los carrillos, la lengua, la campanilla y los pilares de las amígdalas. Es raro encontrarlas en las encías. Suelen extenderse a labios y en los alrededores de la boca. Dichas lesiones suelen producir intenso dolor, especialmente durante la alimentación, provocando el rechazo de líquidos y sólidos.
Algunas veces estos síntomas son la única manifestación de la enfermedad. No obstante uno o dos días más tarde comienza la afectación de las manos y los pies. Dado que estas últimas lesiones no suelen ser tan numerosas ni dolorosas en algunas oportunidades pasan desapercibidas tanto para los niños como para sus padres. Las mismas son también vesículas generalmente ovales que terminan en una punta o pústula. Las manos suelen estar más comprometidas afectando habitualmente los dedos, las palmas y los dorsos. En los pies la afectación es similar pero generalmente de menor magnitud. Estas lesiones, como ya se dijo, suelen provocar escasos síntomas y pueden pasar incluso desapercibidas. En raras oportunidades el compromiso puede extenderse a las piernas, glúteos e incluso el rostro.
La enfermedad tiene un curso de aproximadamente 5 a 10 días desapareciendo sin dejar secuelas. Sin embargo, el stress producido por la agresión viral puede provocar algunas veces alteraciones temporarias del crecimiento de las uñas de manos y pies que también tendrán una recuperación completa.
Dado que es una enfermedad viral no hay tratamiento antibiótico local o general que deba indicarse. Los antifebriles se suelen administrar en el período previo a los brotes. Lo más importante es mantener la hidratación y alimentación del niño. A menudo y cuanto más pequeño es el paciente se hace dificultosa la tolerancia de líquidos y comida. Si estos síntomas ocurren en épocas de calor y asociados a diarrea el cuadro puede complicarse. La administración fraccionada de líquidos fríos y alimentación blanda suele facilitar la recuperación. En algunas oportunidades y en chicos más grandes el médico puede indicar analgésicos de contacto sobre la mucosa oral que deben contar con la colaboración y aceptación del niño.