La televisión y la sexualidad responsable

por | 16 octubre, 2014
sexualidad5EN LA FICCIÓN NO EXISTEN LOS MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS
OPINIÓN
Febrero 2014
 

Los chicos ven la telenovela de la tarde con su madre o miran los programas de la tele frecuentes en estos días. Escuchan las novedades de los jóvenes artistas. Aparecen en la ficción o en la realidad de los actores embarazos en relaciones de pareja muy cortas e inestables. En ningún guión televisivo surge al menos alguna mención sobre la prevención del embarazo no deseado y las enfermeades transmitidas por sexo. La pregunta: – ¿te cuidaste? – nunca se formula.  En la realidad mediática mostrada por los medios masivos de comunicación la prevención del embarazo o de las enfermedades transmitidas por relación sexual no existe ni se menciona.

Estas líneas no intentan censurar la información o los argumentos de las llamadas “ficciones” pero sería interesante incorporar en los mismos algunas líneas que tengan relación con la idea de la prevención de un embarazo no deseado. Los programas televisivos han incorporado los denominados“chivos publicitarios” o incluso publicidades que se agregan al argumento. Por lo tanto no sería tan descabellado pensar que la tele podría también enviar al público al
sexualidad6gún mensaje saludable entremezclado con el libro original como lo hace con las publicidades. Hace una década en la mayoría de los programas televisivos se fumaba. Hoy es raro ver a un actor con  un cigarrillo en cámara y menos algún adolescente de los muchos que actúan en el medio. Del mismo modo la colocación de cinturones de seguridad en las escenas con autos es casi una constante. Independientemente de las razones que originaron este cambio, se podrían incorporar también actitudes de sexualidad responsable en la tiras televisivas. La ecuación un beso=un embarazo podría ser algunas veces modificada, dando incluso más originalidad a los argumentos. Con la sola incorporación de algunas actitudes la tele podría colaborar en
su medida a favorecer la sexualidad responsable.

Del mismo modo, se podría valorar el papel de la mujer en la decisión de evitar el embarazo por una relación sexual ocasional como suele ocurrir en estas historias.
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Desde luego, se podrá decir que estas novelas corresponden a un género menor sin merecer la importancia que aquí le estamos dando. Otros pueden argumentar que reflejan en parte la realidad o “lo que el público quiere ver”. Ciertamente puede ser un género menor pero es visto por millones de televidentes, muchos de ellos niños y adolescentes, más aún en poblaciones de nivel sociocultural bajo. Posiblemente reflejen la realidad. Es parte de todos intentar modificarla.  La mayoría de estos programas se encuentran en la franja horaria apta para todo público. Más aún, muchas tiras destinadas para adolescentes raramente hacen mención en sus argumentos a la posibilidad de evitar un embarazo no deseado o incluyan escenas en donde la mujer tenga poder de decisión al respecto.

Los niños crecen desde la escuela primaria viendo o escuchando estos “culebrones” y pueden llegar a creer que un embarazo es algo que no se puede prevenir ni planificar, sirviendo sólo para que la mujer sea amada por el hombre que no la quiere e intentar a partir de allí formar una familia. Si bien este argumento es parte de la realidad con la que muchas personas conviven se podría de vez en cuando incluir en el mismo actitudes de prevención.

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Esto no intenta ser una retórica moralista. Nada más alejado que ello. Considero primordial la enseñanza sexual desde pequeños, en casa y en la escuela. Nada más adecuado para el reforzamiento de la misma el contar con la ayuda de los medios masivos de comunicación. No sólo a través de programas dedicados específicamente a la salud. Los mismos son sólo vistos por adultos con un nivel sociocultural que supera la media. Todo lo contrario ocurre con los programas de divulgación masiva que podrían aprovecharse para tal fin.

Desde luego, no se pretende que los métodos anticonceptivos se conviertan en el centro de los argumentos. Sólo sería suficiente que de vez en cuando alguno de los personajes pensara en la posibilidad de un embarazo frente a una relación sexual e incluyeran la decisión de cuidarse o no.                                          

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Finalmente recuerdo la escena de una tira televisiva donde el papá cambia los pañales al bebé. Una caja abierta con la marca comercial enseña al gran público el producto y lo publicita, pero al mismo tiempo muestra que un hombre puede y debe cambiar pañales ayudando a su mujer. Acá la publicidad cumplió su objetivo pero al mismo tiempo mostró actitudes que pueden ser imitadas. ¿Será necesario que una empresa de preservativos publicite su producto para que en algún momento alguien haga mención a los mismos?

Como comparación vale el ejemplo de la sal. La misma sirve para salar pero al mismo tiempo tiene agregado yodo para prevenir el bocio, se dice que está enriquecida para dicho propósito. Perseguiría el mismo fin la idea de incluir medidas saludables en las historias diarias que cuenta la televisión.                                             

The kids eat lunch.  Yellowstone 7/98