LA INFLAMACIÓN DE LOS PLIEGUES
Octubre 2016
Se denomina intertrigo a una inflamación que ocurre sobre los pliegues de la piel. Dicha localización se debe a la humedad que estas zonas suelen con facilidad presentar y al roce continuo de dos superficies cutáneas en íntimo contacto. Todo esto facilita el desarrollo de distintos gérmenes en el interior de los mismos.
El intertrigo es producido por hongos a los que suelen asociarse bacterias. La acción de ambos agentes genera en principio un enrojecimiento del pliegue con ensanchamiento de los bordes.
Luego de ello y de no mediar tratamiento el pliegue se va convirtiendo en una grieta con gran inflamación de la zona. Algunas veces de la misma puede rezumar líquido y sangre, provocando mal olor. El prurito y el posible rascado en niños mayores complican la evolución.
Suele ser un cuadro bastante frecuente en los bebés, más aún en los “regordetes” que acumulan pliegues en varias partes de su cuerpo. Los lugares más comunes son sobre pliegues de glúteos, muslos, región posterior de rodillas, cuello, axilas, codos y muñecas. Algunas veces la región retroauricular, (por detrás de las orejas) suele ser la afectada.
Los niños obesos son también blanco frecuente de esta afección, siendo recurrente algunas veces en diabéticos.
Los días calurosos suelen favorecer el incremento de intertrigos dado que la sudoración y la temperatura aportan el terreno óptimo para el desarrollo de los gérmenes.
Algunas veces, la dermatitis del pañal que por definición no compromete los pliegues, puede complicarse sin tratamiento adecuado agregándose intertrigo dada la sobreinfección por hongos o bacterias.
En adolescentes y adultos el intertrigo es frecuente debajo de los senos e ingles en mujeres y varones respectivamente.
Como tratamiento bastará en sus inicios mantener los pliegues limpios y secos, deteniendo de esta forma la inflamación. En etapas más avanzadas, además de esta recomendación se deberá agregar una medicación tópica que suele incluir un antimicótico.
Es fundamental el baño diario, más frecuente en épocas de calor, prestando atención a la correcta higiene de los pliegues del cuerpo, removiendo talcos o perfumes. A esto debe seguir el completo secado de estas zonas. Evitar colocar lociones o jabones perfumados que por irritación o alergia favorezcan la puerta de entrada a los gérmenes. Se aconseja además usar sobre la piel ropa de algodón holgada, manteniendo la piel siempre fresca y seca.
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