Impactación de cuerpos extraños

por | 29 abril, 2024

Una de las formas que tienen los niños más pequeños para explorar el mundo que los rodea es hacerlo por medio de la boca. Cualquier objeto es apetecible para llevarlo con sus manos a la misma y succionarlo, obedeciendo a la etapa oral que transcurre todo bebé hasta aproximadamente los 2 o 3 años. En niños un poco más grandes la mordedura de juguetes o aparatos electrónicos provoca la ingestión de parte de los mismos incluyendo las baterías.

Es por ello que la ingestión de cuerpos extraños a esta edad es una consulta bastante frecuente en los servicios de urgencias y dependerá del tamaño y de las características del objeto para que pueda ser tragado y pasar de esa forma al aparato digestivo para que finalmente sea expulsado en la materia fecal.

Sin embargo, hay cuerpos extraños, generalmente pequeños, que pueden provocar atragantamiento por la obstrucción parcial o completa de las vías respiratorias, pudiendo llevar a la muerte si no se actúa con rapidez para expulsar al objeto.

Afortunadamente, la mayoría de los cuerpos extraños suelen llegar al estómago y luego eliminarse. Algunas veces estos objetos pueden hacerse visibles por medio de radiografías, dependiendo de la radio opacidad de los mismos, (monedas, medallas, etc.).

No obstante, algunas veces, el objeto ingerido puede detenerse en algún sector tanto respiratorio como digestivo provocando signos y síntomas de distintas características que obligan a la extracción del mismo con la intervención de profesionales. En estos casos se habla de “impactación” del objeto en un sector de alguno de estos aparatos.

La impactación de cualquier cuerpo ajeno al organismo produce mínimamente inflamación de la zona, provocando mayor obstrucción al generado por el mismo objeto. Las características del mismo son también muy importantes, no sólo en su forma sino también por su composición química y/o eléctrica.

Es evidente que una aguja o un alfiler de gancho abierto tendrá más posibilidades de impactación que objetos redondeados. Sin embargo, hay algunos que, dada su composición pueden lesionar en forma seria cualquier sector del organismo donde se alojen. Estos fenómenos suelen ser ocasionados por las pilas o baterías, en especial las de litio, vulgarmente conocidas como de “botón” por su forma característica.

La ingesta de una pila botón y su impactación en cualquier sector se asocia con un riesgo de sufrir graves lesiones y, en algunos casos, la muerte, particularmente en niños más pequeños.

La impactación de una pila botón resulta en daño eléctrico, mecánico y cáustico en la mucosa esofágica subyacente. La consecuencia, si no se la extrae en forma rápida, es la necrosis del sector donde ella ocurre y luego la perforación, con la gravedad que de ello se desprende.

El esófago, la laringe y el estómago son los lugares más frecuentes en donde ocurren dichos fenómenos pudiendo provocar úlceras, perforaciones y fístulas con vasos sanguíneos cercanos, estas últimas complicaciones generalmente fatales.

Los síntomas iniciales pueden ser inespecíficos, incluyendo vómitos, dificultad para tragar, cambio en el patrón de alimentación, evitación de la alimentación, babeo y respiración anormal. Por lo tanto, se debe mantener un alto índice de sospecha, particularmente en niños menores de 5 años o en aquellos con retraso en el desarrollo.

 Desafortunadamente, muchas ingestas de pila botón no son presenciadas o son poco reconocidas y el antecedente más importante es el juguete o aparato electrónico mordido y la ausencia de su batería.

La duración de la impactación es un antecedente importante que suele marcar la gravedad de la misma.

El tiempo medio en los casos graves o incluso fatales promedian las 96 hs.

La impactación esofágica de una pila botón es una emergencia quirúrgica, los principales objetivos del manejo inicial son identificar rápidamente la ingestión y luego acelerar la extirpación quirúrgica para minimizar las lesiones y el riesgo de complicaciones. Cuando la zona de la impactación es accesible la endoscopía es la técnica ideal para extraer el objeto y visualizar la lesión ocasionada.

Por lo tanto, el reconocimiento temprano de la ingestión y la rápida coordinación del traslado a un centro médico para la extirpación endoscópica de la pila botón son esenciales para minimizar la duración de la impactación y sus complicaciones.

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