NO TODO La primavera trae consigo días más lindos, temperaturas más agradables pero generalmente se incrementan los cuadros alérgicos, manifestados por urticarias, rinitis y algunas veces por cuadros respiratorios con obstrucción bronquial. La pregunta que uno se hace frecuentemente es por qué un elemento extraño al organismo, (alergeno), que tocamos, comemos o inhalamos nos produce reacciones que, probablemente en otra época del año, no ocurren. Evidentemente la primavera trae consigo mayor contacto con distintas clases de alergenos: polen, polvo, flores, insectos y, al mismo tiempo, nuestro cuerpo posee una mayor predisposición a reaccionar frente a esos estímulos durante este período del año. Es por ello que los brotes en piel se hacen más frecuentes, generalmente frente a alimentos como el chocolate, la manteca, las frutillas, el queso de rayar, etc., con intensos pruritos. También reaparecen las bronquitis obstructivas, pero ahora especialmente en personas con una suceptibilidad especial para presentar estos episodios respiratorios. Las plantas que florecen y nos atraen, pueden, al contacto también generar reacciones, habitualmente en piel. El pelo de las mascotas, las picaduras de insectos suelen producir alergias más intensas durante esta época del año.
Se sugiere ser medido en el consumo de alimentos alergénicos más frecuentes, ya mencionados anteriormente, controlar el contacto directo y frecuente de la piel con las mascotas, plantas y flores exóticas y prevenir picaduras de insectos.
En los casos habituales la alergia cede, una vez identificado el origen. Otras veces no se encuentra la causa y se sugiere una dieta libre de los alergenos habituales, uso de jabones neutros, evitar perfumes o fragancias, etc. En algunas oportunidades, en especial las urticarias, suelen aparecer y desaparecer en forma cíclica durante varios días, comprometiendo distintas partes de la piel del cuerpo.
Existen medicamentos, los antihistamínicos que, el médico puede prescribir en caso que considere necesario. Del mismo modo lociones o polvos para uso local para calmar el prurito. El rascado de las lesiones del brote: eritema, (manchas rosadas), o pápulas, (las manchas sobreelevadas), pueden generar la complicación del cuadro con infección de la piel. Predispone a ello la mala higiene de la zona o cuando hay uñas largas y/o sucias.
Las personas que se hallan con tratamiento preventivo de bronquitis obstructivas, (espasmos bronquiales, asma), no deberían suspender la medicación, generalmente aerosoles. Las temperaturas más agradables suelen hacer confiar a los pacientes y no continuar con las dosis recomendadas.
En raras oportunidades, las reacciones alérgicas pueden ser graves y provocar obstrucción respiratoria por edemas en lengua, glotis o inflamación bronquial severa. Obviamente, en estos casos el ingreso y tratamiento en un servicio de urgencias es imperativo.