Bicicletas, bicisendas y tobillos
ACCIDENTES EN BICICLETA
Mayo 2017
Andar en bicicleta es una actividad saludable a casi toda edad. Es un deporte aeróbico beneficioso y completo que suele ser disfrutado especialmente durante los fines de semana circulando por la ciudad o la playa. Durante los últimos años se ha incrementado su uso ya no como esparcimiento sino también como medio de transporte habitual de adultos y niños. La aparición y desarrollo de las bicisendas en las ciudades ha motivado que mucha más gente use la bicicleta en forma diaria y que más gente conduzca sus rodados por las calles compartiendo el tránsito con los automotores. Los niños y adolescentes han adquirido también el hábito de esta forma de transporte. Los primeros generalmente junto a sus padres y los últimos solos o en grupo de amigos como esparcimiento, dirigiéndose al colegio, la facultad o al trabajo. El casco es un factor de protección que lamentablemente pocos utilizan del mismo modo que la correcta visualización del rodado y de su conductor durante las horas nocturnas.
Sin embargo y lamentablemente la imprudencia en las bicisendas también transformó a la bicicleta en el medio más inseguro de transporte en el país superando a las motos y a los ciclomotores.
El primer punto importante a destacar es la falsa seguridad que provee al ciclista la vía exclusiva. Si bien marchan separados del tránsito automotor es poco confiable e incluso también poco respetado por las motos, los automovilistas y los vecinos. Es frecuente observar en varias partes de sus trazados el depósito de containers de basura, materiales de construcción o volquetes. Los mismos deben ser sorteados por los ciclistas debiendo ocupar para la maniobra la acera de los automotores. Los dos sentidos de circulación que poseen implican que una de sus manos se dirija en forma opuesta al tránsito automotor. Esto facilita el choque con automotores que cruzan la calle e incluso con peatones que al no mirar la contramano colisionan con el rodado. Esto ha provocado frecuentes accidentes con automóviles arrojando muchas víctimas, algunas fatales, especialmente entre adolescentes y jóvenes. De hecho los agrupamientos de ciclistas urbanos recomiendan no circular por las manos contrarias al tránsito, sabedores de la peligrosidad de esa acción. Por otra parte compartir la bicisenda con la otra mano implica una pericia en el manejo que no todos los ciclistas poseen, no siendo infrecuentes los choques frontales entre dos rodados. Un dato aún más alarmante dice que el 49% de los accidentados que viajan en bicicleta muere, contra el 27,7% de los motociclistas accidentados, el 20,5% de autos y utilitarios.
Hay otros factores que incrementan los accidentes en bicicleta. La mano cercana al cordón suele estar bastante inclinada, superando en algunas calles el ángulo de los 30ª. Esto hace que algún conductor no avezado pueda caer hacia el cordón de la vereda originándose un traumatismo generalmente de cráneo o de tórax con la gravedad y consecuencias que este tipo de lesiones pueden presentar.
Se necesita de la responsabilidad de ciclistas, conductores y peatones para que la circulación en bicicleta sea más segura. Las autoridades deben corregir las irregularidades y los desniveles sobre el pavimento de las ciclovías. Sería prudente contar con bicisendas de una sola mano que coincidan con la del tránsito automotor, evitando accidentes especialmente en el cruce de calles y avenidas.
TOBILLOS EN PELIGRO
EL PIE DE BICICLETA
Otra actitud imprudente también puede observarse en las calles. Suele ser el padre o la madre que transporta a algún niño o dos amigos que deciden compartir el viaje en bicicleta. Lo cierto es que la persona que viaja sobre la rueda trasera, al no encontrar apoyo para sus pies, necesita abrir sus piernas para evitar que la rueda trasera impacte con sus tobillos.
La lógica fatiga o el mismo movimiento de la bicicleta hace que los pies en algún momento rocen los rayos del rodado provocando lesiones de distinto tipo de gravedad. Dado que generalmente las personas involucradas son niños, el pequeño tamaño del pie facilita la introducción del mismo en la rueda provocando lesiones aun más graves.
La localización del traumatismo y la herida es tan característica que la sola mención de su nombre define el origen del accidente.
El consejo es evitar estas actitudes imprudentes que ponen en riesgo especialmente a niños.
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