INTOXICACIÓN POR MONÓXIDO DE CARBONO

por | 25 mayo, 2023

MONÓXIDO DE CARBONO

Lo que hay que saber

Junio 2023

El Monóxido de Carbono (CO) es un gas sin olor, color o sabor, altamente tóxico y potencialmente mortal en caso de no descubrir su presencia en los ambientes a tiempo. Estas características le han valido el nombre de “asesino silencioso”, dada la cantidad de afectados y muertes que se producen año a año, especialmente durante los inviernos.

El Monóxido de Carbono es producto de la combustión incompleta o deficiente en variados aparatos o instalaciones habitualmente utilizadas para la calefacción. Así, estufas, calefones y braseros son los más involucrados en las intoxicaciones, sin que generalmente nadie percate su presencia en los ambientes. El escape de la combustión de automóviles, frecuentemente en cocheras cerradas o domiciliaras son también causas frecuentes de estos eventos. Últimamente, a raíz de los cortes de energía eléctrica, se han comunicado casos de intoxicaciones por el uso de grupos electrógenos alimentados a gas que, dada la emergencia provocada por el corte de luz, son instalados en áreas interiores o mal ventiladas, produciendo intoxicaciones grupales, especialmente en fiestas y reuniones sociales.

Este gas tiene mayor avidez que el Oxígeno por la hemoglobina en la sangre circulante y no permite que este último llegue a los pulmones para oxigenar a los glóbulos rojos. Dado que se disemina por todo el organismo puede producir también lesiones en distintos órganos como el cerebro, riñones y músculos.

El mencionado fenómeno puede producir desde cefaleas, náuseas, vómitos, mareos, embotamiento, somnolencia, pérdida de conocimiento y muerte, esta última especialmente durante el sueño, durante la noche, cuando todos estos síntomas previos no pueden ser percibidos.

Según el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS), durante el año 2015, se registraron un total de 1681 casos de intoxicaciones por CO en todo el país y un acumulado de 11 996 casos en el período 2011-2015. La tasa promedio de notificaciones de intoxicaciones por CO para todo el país en el período 2011-2015 fue de 8 cada 100 000 habitantes.

Toda combustión produce Monóxido de Carbono. Los incendios no sólo provocan quemaduras graves sino también intoxicación aguda por este gas. El humo inhalado es el vehículo para su producción, habiéndose demostrado que cuanta más oscuridad presenta, mayor es la liberación del gas. Esta intoxicación aguda suele atacar preferentemente al sistema nervioso dada la falta de Oxígeno que produce, afectando áreas como el cerebro y el corazón, ocurriendo en este último infartos que pueden llevar a la muerte más allá de la gravedad de las quemaduras.

Sin embargo, la intoxicación domiciliaria, silenciosa, produciendo algunas veces síntomas inespecíficos como los comentados anteriormente, suele ser la más frecuente. Los calefactores, calefones y calderas con mal funcionamiento o con escasa ventilación o tiraje del aire exterior suelen ser los causantes ocultos de la intoxicación, motivados generalmente por la falta de mantenimiento de estas instalaciones.

El grado de intoxicación dependerá de la concentración de CO en el aire inspirado, el tiempo de exposición, el volumen de aire inspirado, triplicándose cuando hay mayor trabajo energético, (ejercicio físico, gimnasia), la concentración de hemoglobina en sangre (mayor gravedad en pacientes con anemia) y el mayor índice metabólico especialmente en niños y embarazadas.

El tratamiento consiste en retirarse del ambiente contaminado si aún se encuentra consciente. Dada la mayor avidez del Monóxido por la hemoglobina, el Oxígeno ambiental tarda aproximadamente 5 a 6 hs. en reemplazar al gas tóxico. Debido a ello, el Oxígeno a altas concentraciones suele utilizarse en personas intoxicadas por medio de máscaras o por cámaras hiperbáricas, acortándose en forma importante el tiempo de eliminación y los daños que pudiera producir.

Algunas veces el término “gas” suele confundir esta intoxicación con la inhalación del gas natural o envasado. Estos últimos poseen olor característico añadido durante su producción. No son tóxicos, sino que actúan en ambientes cerrados disminuyendo el Oxígeno ambiental. En la mayoría de los casos producen la muerte por asfixia o secundariamente por la violenta explosión o incendios que generan. Los escapes de gas en las instalaciones, las garrafas mal conectadas, llaves que no se cierran en forma adecuada, etc. son los causantes frecuentes de estos accidentes.

La prevención de la intoxicación por Monóxido de Carbono consiste en el correcto mantenimiento de todo artefacto que produzca combustión en los domicilios que incluya la verificación de los ductos de ventilación, muchas veces obstruidos por hojas o nidos de aves. Mención especial merecen los calefones que con el uso frecuente del agua caliente suelen encenderse y apagarse durante el día por medio de la llama piloto, especialmente en mono ambientes con escasa aireación.

La instalación de sensores de Monóxido de Carbono ambiental es una medida útil para alertar en forma oportuna de su presencia en el hogar.

Siempre es conveniente la ventilación de los ambientes a pesar del frío, dejando siempre una rendija en alguna ventana que permita ingresar el aire ambiental.

Fuente: Díaz M. y col. “Intoxicación masiva con monóxido de carbono: puesta al día a partir de un caso”. Archivos Argentinos de Pediatría. Sociedad Argentina de Pediatría. 2017

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