Mal uso de los antibióticos

por | 12 abril, 2014

antibioticos1¿CONOCÉS LOS RIESGOS?

 

ABRIL 2014

 

 

¿Qué son los antibióticos?
Son drogas producidas para inhibir el desarrollo o provocar la destrucción de bacterias que causan enfermedades en las personas.
Los antibióticos son los medicamentos más utilizados después de los analgésicos y los más solicitados por las personas de todas las edades que acuden a algún servicio médico. No obstante ello, es el profesional el que debe determinar su prescripción, orientado en el origen infeccioso de la enfermedad, provocado por bacterias que generalmente son sensibles al mismo. Generalmente se requiere una confirmación de este razonamiento. Para ello están los cultivos del material probablemente infectado, tomados antes del inicio de la medicación. En dicho procedimiento se «siembra» la muestra obtenida enfrentándola a distintos antibióticos, entre ellos el que comenzó a recibir el paciente. En un plazo variable se comprobará o no la respuesta del material sembrado y se decidirá en función de ese resultado y de la evolución clínica la continuación de la medicación.
Los antibióticos pueden ser de amplio espectro o de espectro reducido. Los primeros actúan frente a una gran cantidad de gérmenes. Los segundos, al contrario, son específicos para cierto tipo o número de microorganismos.

Problemas más frecuentes del mal uso de antibióticos:

Tomar antibióticos innecesariamente: si se toman para una enfermedad que no lo necesita puede producir daños en el organismo. (Diarrea, vómitos, dolor abdominal, etc.). Además aumenta la resistencia bacteriana. Los antibióticos pueden alterar la flora normal bacteriana intestinal. Muchos microbios que nos protegen contra infecciones son destruídos siendo reemplazados luego por flora que provoca enfermedad, con el agravante de ser generalmente resistentes al mismo antibiótico. De allí el probable origen de los síntomas digestivos que pueden provocar. Conviene aquí aclarar que no todo cuadro infeccioso es de origen bacteriano. La mayoría de los cuadros respiratorios estacionales, especialmente en niños son de etiología viral, no requiriendo antibióticos para sus tratamientos. 

No cumplir con el tiempo de tratamiento: el tiempo indicado para el tratamiento es muy importante porque es el necesario para que el antibiótico mate a la bacteria que produjo la enfermedad. Si la misma no muere vuelve a producir la enfermedad generalmente con mayor agresividad. Siempre es necesario terminar el tratamiento indicado por más que los síntomas desaparezcan.

– No cumplir con los horarios de la toma de antibióticos: los horarios son importantes porque si pasa mucho tiempo entre una toma y la otra, baja la concentración del mismo en la sangre y no es efectivo para destruir a la bacteria. Si el tiempo entre cada dosis es corto, provoca una concentración mayor en la sangre o en los tejidos pudiendo producir efectos dañinos o contraproducentes. Hay antibióticos orales que requieren ser tomados fuera de las comidas para su mejor absorción. En otros es indistinto el momento de la toma y algunos, finalmente, requieren ser ingeridos con algún alimento.

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La autoprescripción de antibióticos puede tener consecuencias negativas para la salud:

Aparición de bacterias resistentes a la medicación: está demostrado que el grado de resistencia a los antibióticos se relaciona directamente con el grado de utilización inapropiada de estos medicamentos.

Reacciones adversas o efectos secundarios: reacciones sobre el organismo como diarrea, vómitos, dolor abdominal, picazón, reacciones en la piel, etc.

– Ocultar la verdadera causa de la enfermedad: muchas enfermedades, algunas de ellas graves pueden evolucionar inicialmente en forma más silenciosa gracias a la acción parcial del antibiótico automedicado.

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE
EL AUTOCUIDADO Y LA AUTOMEDICACIÓN?

El autocuidado: Se refiere a todo aquello que las personas hacen por sí mismas, con el propósito de restablecer y preservar la saludo, prevenir y tratar a las enfermedades. Abarca a la higiene , (general y personal), la nutrición, (tipo y calidad de alimentos), el estilo de vida (actividades deportivas, tiempo libre), los factores ambientales (condiciones de vida, costumbres sociales), los factores socioeconómicos (nivel de ingresos, creencias culturales).
La automedicación: Consiste en la selección y el uso de los medicamentos por parte de las personas con el propósito de tratar enfermedades o síntomas que ellos mismos identifican.

Fuente: Remediar Redes. Ministerio de Salud Pública de la Nación. 2003.

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