Olas de altas temperaturas
GOLPE DE CALOR
Febrero 2022
El golpe de calor es el cuadro más peligroso al que nos enfrentamos cuando los días de temperaturas muy elevadas se repiten a lo largo de unos cuantos días. El signo característico y más importante es la aparición de hipertermia, es decir, el aumento de la temperatura corporal sin la posibilidad de disipación por los medios con que el organismo cuenta para disminuirla. Generalmente los más afectados son los niños pequeños y las personas de edades avanzadas. Sin embargo, la posibilidad de su aparición puede existir en cualquier época de la vida, dependiendo de ciertas circunstancias.
Existe un golpe de calor clásico, ocurre generalmente como una epidemia entre las personas de edad avanzada, cuya capacidad de adaptarse a las altas temperaturas se encuentra comprometida, también en aquellos con enfermedades crónicas o los que no pueden cuidarse por sí mismos, como suele suceder con los bebés y niños pequeños.
Los interiores de las grandes ciudades se convierten durante los veranos en verdaderas “islas de calor”. Según datos del Servicio Meteorológico de los EE.UU., las olas de calor matan a más personas, en promedio que cualquier otro evento climático.
Los ancianos son más vulnerables al calor intenso. Hay motivos biológicos para que esto suceda como la disminución en la sensación de la sed o de la sensibilidad al calor, pero también suelen intervenir factores sociales y económicos dada la frecuente aparición en estas edades. La mortalidad por golpe de calor entre los ancianos supera el 50%. Generalmente son hospitalizados luego de 1 a 3 días desde el inicio de la fiebre sin un tratamiento o hidratación adecuada.
Los niños, como se dijo más arriba, constituyen también una población de riesgo. La susceptibilidad de los mismos puede estar dada por un aumento en la absorción del calor, un sistema termorregulador aún no desarrollado en su totalidad, un pequeño volumen de sangre en relación con el tamaño del cuerpo y una sudoración menor.
En los bebés, un factor de riesgo importante y lamentable es el abandono o la negligencia de padres y/o cuidadores. El confinamiento de los mismos en ambientes cerrados o dentro de un automóvil pueden producir la muerte en unas pocas horas.
Existe también el golpe de calor por esfuerzo frente a altas temperaturas ambientales. Puede afectar a deportistas, bomberos, personal de seguridad y otras personas que participan en actividades habituales durante jornadas muy calurosas.
El golpe de calor por esfuerzo puede ocurrir incluso dentro de los primeros 60 minutos de ejercicio intenso y puede desencadenarse sin exposición directa a altas temperaturas ambientales.
Se reconocen factores que pueden favorecer la aparición de la mencionada entidad en estas personas. La sobremotivación y presión que suelen recibir los deportistas por parte de entrenadores pueden impulsar a que rindan más allá de sus capacidades. El abuso del alcohol para satisfacer la sed, especialmente en fiestas o festivales de música, suelen aumentar la actividad metabólica y pueden constituirse también en factores de riesgo para sufrir un golpe de calor.
Las encuestas epidemiológicas de jugadores de fútbol americano de secundaria en los EE.UU. y personal del ejército muestran un aumento constante de la aparición de casos de insolación durante la última década.
El mecanismo por el cual se produce todo golpe de calor es una falla en la capacidad termorreguladora del organismo. De esta forma la ganancia de calor supera a la pérdida, comienza a elevarse la temperatura central, produciendo lesiones en distintos órganos por efecto directo. Del mismo modo se desencadena una respuesta inflamatoria que agrava los efectos del mismo calor. El organismo “confunde” la elevación de la temperatura con el ingreso de algún elemento extraño y produce factores inflamatorios que no hacen más que agravar la evolución del cuadro. Esta respuesta inflamatoria excesiva es similar a la encontrada en la evolución de otros cuadros entre los que se cuenta la enfermedad grave por Covid en niños y adultos.
El golpe de calor se reconoce por la elevación de la temperatura corporal superando generalmente los 40 grados. La persona suele tener alteraciones neurológicas y exposición reciente a climas cálidos, en la forma clásica, o ejercicio físico intenso en las formas de esfuerzo. El aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria son comunes en ambas clases. Sin embargo, la sudoración y la piel húmeda sólo aparece en el producido por esfuerzo. En el clásico la piel se encuentra seca, lo que refleja la pobre respuesta sudorípara en estas personas.
Las células nerviosas, especialmente las del cerebro, son especialmente sensibles al exceso de temperatura por lo que los cambios de comportamiento, la confusión, la dificultad en el habla y la obnubilación pueden ser frecuentes. Generalmente estos signos van desapareciendo en la medida que se pueda disminuir el calor del cuerpo.
El tratamiento en todos los casos es bajar la temperatura y la forma más eficiente es el enfriamiento por medios físicos. Esto es, baño de inmersión con agua fría, tratando que la misma llegue a menos de 39 grados. En segundo término, la ingestión de líquidos fríos, aplicación de compresas con hielo, gasas húmedas y corriente de aire.
Los antifebriles como la aspirina y el paracetamol son ineficaces contra el golpe de calor ya que la hipertermia expresa la temperatura corporal central.
Cuando el mal estado general se prolonga y la temperatura no puede descender el tratamiento debe pasar por un centro asistencial.
Por todo lo comentado es recomendable no esperar que tanto niños como ancianos manifiesten sed o calor. Se debe evitar la exposición al sol directo en días de calor excesivo, tener agua potable y segura, en lo posible refrigerada para beber, refrescar en forma frecuente distintas partes del cuerpo, especialmente la cabeza. Finalmente, estar atentos y consultar rápidamente frente a la aparición de fiebre alta en épocas de intenso calor.
Fuente: Yoram Epstein, Ran Yanovich.”Golpe de calor”. New England Journal of Medicine 2019
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