DESANDANDO AL ANDADOR
El uso del andador se remonta al menos al siglo XVII. Se sabe ya que no ayuda de ninguna manera en que un niño normal camine por sí solo más temprano y que su uso puede favorecer la aparición de accidentes. Tal observación obedece a que muchos padres emplean al andador como una forma de entretenimiento para el niño, dando una falsa sensación de seguridad que lleva a disminuir su vigilancia.
Los accidentes atribuibles al andador son en su mayoría vuelcos y caídas por escaleras. Por lo tanto reviste suma importancia evitar el uso en hogares con desniveles y con suelos irregulares.
Bibliografía utilizada: Revista Chilena de Pediatría.
1997; 68:256-259.