Cuidado con las piscinas

por | 11 diciembre, 1998

natacion1EL VERANO Y LAS PILETAS DE NATACIÓN

Diciembre 1998

Llega el verano y la diversión y el regocijo lo encontramos en el agua. Muchos irán a la playa y seguramente estarán detrás de los niños para que no se bañen solos en el mar, evitando accidentes que pueden llegar a ser fatales.

Otros en cambio eligirán las piletas de natación como lugar de esparcimiento.

No siempre le tenemos el respeto debido a las mismas. Sin embargo verano tras vera- no las pequeñas víctimas por ahogamiento en piletas, generalemte de chalets o quintas, se incrementan.

Analizando los accidentes , los mismos generalmente ocurren en niños pequeños, menores de cinco años, no siempre traviesos, con o sin aprendizaje de natación.

No es imprevisible pensar que un niño quiera explorar el agua en algún momento dado por sí solo.

No es arriesgado suponer que ante la curiosidad o un mal movimiento un chiquito pueda caer en forma accidental a la pileta.

No es improbable que un cuerpo pequeño pueda arrojarse al agua sin que nadie lo escuche.

No es raro que en los breves instantes en que nos alejamos para atender el teléfono o alcanzar algo a otra persona se origine una tragedia.

Por favor, extrememos siempre todas las medidas a nuestro alcance para controlar a los niños en las piletas. Tratemos en lo posible de cercarlas con cerramientos adecuados para dificultar el ingreso de los más pequeños y, aún así, no perderlos nunca de vista.

Ya en el agua, que siempre haya una persona mayor controlándolos. Nunca delegar esa responsabilidad en el chico más grande o en el adolescente.

No confiarse porque el niño es tranquilo o porque sabe nadar o porque tiene el flotador o salvavidas puesto. Estos son detalles que pueden favorecer la desatención y desencadenar la tragedia.