El respeto por el cuerpo

por | 15 marzo, 2013


cuerpito4¿DE QUIÉN ES ESTE CUERPITO?

El respeto por el cuerpo se aprende desde chiquito.

 

Marzo 2013

El respeto por el cuerpo y su cuidado es una noción fundamental que se debe enseñar al niño desde muy pequeño. Los padres y en especial la madre es la primera encargada de transmitir la importancia de ese cuerpito, con sus mimos, caricias y masajes.

cuerpito2La primera defensa del organismo y por otra parte la más extensa es la piel y es ella la que generalmente recibe todas las sensaciones que el bebé despierta en los demás. La madre lo acaricia, lo besa, lo toca y el bebé responde primero con su mirada, luego con su sonrisa y más adelante tocando o abrazando también a la mamá. Esa relación es fundamental en la modulación de la sensación placer-displacer que lo acompañará, con variantes, durante toda su vida. El niño que recibe pecho mientras su mamá lo mira, lo acaricia, lo mima es un bebé que se desarrolla en forma «afectiva». Desde un principio se encuentra protegido por esa relación tan íntima y especial. En este punto será también importante la experiencia de cada madre. Una mujer que desde niña no recibió el mismo afecto o muy por el contrario no lo recibió es probable que tenga dificultades para conectarse con su bebé. Algunas veces los mimos, las caricias, las canciones deben ser «enseñadas» ya que cuestan que surjan en forma espontánea. No quiere decir que no quieran a sus hijos, significa que no tuvieron experiencias afectivas que motiven reacciones que, para otra mujer, serían totalmente naturales. De acá se comprende la importancia de expresar el amor que uno siente por el hijo en acciones directas: besos, caricias, masajes y que el niño «procese» de quién provienen y qué quieren significar.

Desde tiempos remotos hasta la actualidad la piel ha sido el órgano blanco para exteriorizar sensaciones tan encontradas como el amor, el odio, la alegría, la tristeza, la nobleza o la discriminación. La piel ha sido siempre el primer punto de vista de lo que puede ser una persona, apelando a las experiencias personales que también fueron influidas por transferencias culturales y generacionales. Esto significa que el ser humano no suele diferenciar muy bien la piel con el cuerpo de una persona. Es que, en realidad, cualquier contacto físico ya sea afectivo o agresivo hacia un cuerpo humano pasará en forma indefectible a través de la piel.

¿Qué importancia le da el niño a su cuerpo y al cuerpo de los demás?

La importancia estará relacionada con la experiencia recibida por su cuerpo generalmente proveniente de mamá y papá. Un niño acostumbrado a recibir caricias, en un ambiente tranquilo y calmo, fácilmente reaccionará frente a un cambio de actitud en el trato. Por el contrario, otro, acostumbrado al desinterés de sus progenitores estará más expuesto al eventual maltrato de otros familiares y extraños. Algunos los llaman «niños sufridos». La reacción frente a la agresión será probablemente más tardía y lo que es peor con el tiempo los podrá transformar también en agresivos.

cuerpito5El niño aprende a respetar su cuerpo y el de los demás por intermedio de sus padres. Si en un hogar es habitual la agresión física, donde como mínimo las heridas en la piel son costumbre entre los integrantes de la familia, tendrá también poco respeto por su cuerpo y por el de los demás.

¿De quién es este cuerpito?

La respuesta, resultado de un juego: «de mamá y de papá», debe ser la expresión de lo que mamá y papá desean para su hijo. El cuerpo del niño, tanto como el de sus padres deben ser siempre importantes. Esa importancia debe estar reflejada en su cuidado, evitando cualquier tipo de agresión externa o autoinfringida. A medida que el niño crece, deberá comprender con la ayuda de sus padres quién puede tocar «ese cuerpito» y quién no, o por lo menos quién deberá pedir permiso para hacerlo. Del mismo modo se podrán diferenciar los distintos tipos de caricias, los besos y en qué lugares se pueden dar y en cuáles no, en un todo de acuerdo con la crianza saludable brindada por ambos padres o la familia. El niño a una edad acorde debe saber que los genitales no pueden ser tocados por cualquier persona y que debe avisar si algo así sucediera. Del mismo modo se dejará en claro quién puede vestirlo o desvestirlo y por lo tanto verlo desnudo. Se deberá desarrollar la intimidad del niño y respetarla.

cuerpito6Desde luego, las recomendaciones carecen de sentido en hogares donde los adultos se exhiben desnudos sin inhibiciones frente a los chicos con la excusa de compartir ambientes o camas. Más aún si presencian escenas de violencia. Estas actitudes pueden confundirlos y en algún momento suponer que una persona ajena puede proceder de la misma forma frente a él.

El amor incluye el cuidado del niño. Este último se expresa en promover el respeto por su cuerpo. Si logramos que el mismo sea incorporado cuando crezcan probablemente nos alertarán en forma más rápida frente a agresiones y abusos de toda índole.

Ya más grandes, en la adolescencia, tendrán probablemente mayor facilidad para defenderse de modas o rituales que quieran imponerles. Los «piercings» en lugares no adecuados o riesgosos para la salud, las mutilaciones o laceraciones podrán ser prevenidos por el respeto al cuerpo y a su piel transmitida oportunamente por sus padres. Del mismo modo, la enseñanza se podrá ver reflejada luego con su pareja, en la sexualidad responsable, en la reducción de la violencia de género, etc.

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Desde ya, muchos problemas serían más simples si nos respetáramos unos a otros. Las diferencias podrían ser resueltas sin el uso de la violencia. Probablemente estemos hablando de un mundo ideal, pero los grandes cambios deben ser iniciados por acciones que se den en el grupo familiar, en la crianza de los hijos. Esa es la idea, la buena crianza incluye el amor y el respeto por uno mismo y por los demás.