LA CUIDADORA DEL BEBÉ
Septiembre 2016
La elección de una cuidadora para los niños es siempre una decisión difícil. Especialmente cuando el niño es muy pequeño, las licencias de los padres se terminan y ambos deben volver a trabajar. Algunas veces el cuidado de los bebés y niños pequeños queda a cargo de guarderías, en especial las que suelen pertenecer a empresas o grandes instituciones. Esta condición es muy ventajosa, dado que la madre en caso de trabajar en ellas, se encuentra siempre cercana a su hijo, puede verificar en forma casi permanente el cuidado del niño y además tiene la posibilidad de ponerlo al pecho, continuando de esa forma sin alteraciones la lactancia materna. Distinto es el caso de pequeñas guarderías que pueden albergar durante el día a lactantes y niños pequeños. Estas suelen estar cercanas también al trabajo de uno de los padres, generalmente la madre, o incluso próximas al domicilio, aprovechando el viaje de regreso del trabajo para retirarlos. En un artículo anterior hemos descripto las características que deben reunir estas instituciones para el cuidado adecuado de los niños.
Distinto es el caso cuando se decide que el cuidado del bebé quede a cargo de una niñera .El cuidado exclusivo y la permanencia del niño en el mismo hogar son los beneficios más significativos. El problema se centra en la decisión de contratar a la persona indicada para realizar dicha tarea. El cuidado del niño en estos casos se comparte también con la responsabilidad del manejo de la casa y dar respuesta eficiente frente a distintos tipos de fenómenos que puedan ocurrir.
Será siempre necesario elegir personas con referencias concretas y con experiencia en las tareas a desempeñar. Dado que no es fácil encontrarlas, se requieren frecuentes entrevistas con postulantes que puedan reunir las mencionadas características. Muchas veces, como consecuencia de esta dificultad, el trabajo recae en forma provisoria y generalmente definitiva en adolescentes o jóvenes que incluso pueden ser parientes o amigos de la familia. Frente a esta situación es conveniente advertir que no basta que la persona elegida sea cariñosa, simpática o le gusten los niños. Debe, además de cuidar, responder eficientemente a una situación de riesgo que pueda presentarse. Debido a ello no se debería confiar en debutantes en esta tarea y menos en personas desconocidas. El personal elegido debe ver previamente al niño y comprobando la relación que logra entablar con el mismo.
La cuidadora debe conocer toda la vivienda y los lugares de riesgo donde no se debe permanecer o circular por la posibilidad de accidentes: lavadero, garaje, balcón, etc.
Las instrucciones sobre la vestimenta, la alimentación y la eventual administración demedicamentos deben ser orales y escritas, breves y precisas. La cuidadora no debe tomariniciativas personales en estos aspectos. Es conveniente que los padres bañen a los bebesde pocos meses antes de la salida.
El cuidado del niño debe ser permanente incluso mientras duerme. Las horas de sueño del bebé no deben emplearse en actividades personales.
La comunicación con los padres debe ser fácil y fluida. Los números telefónicos deben estar anotados en forma clara y en lugares fácilmente visibles. Es conveniente también dejar los datos de familiares cercanos y vecinos. En las anotaciones no deberían faltar los teléfonos del pediatra de cabecera, los del servicio médico de emergencias, la comisaría e incluso los bomberos.
El teléfono de los padres debe estar disponible para cualquier duda, por pequeña que sea y que no haya sido explicitada convenientemente en forma personal.
No debe dejar entrar a ninguna persona ajena a la casa, salvo que su presencia haya sido anticipada por alguno de los padres. Hacer caso omiso a recomendaciones o amenazas telefónicas anónimas lamentablemente tan frecuentes por estos días.
Finalmente, lo más importante que debe ser convenientemente resaltado: no dejar la vivienda ni abandonar nunca al niño, aún durmiendo.
Fuente: Manual de prevención de accidentes. 2005. Sociedad Argentina de Pediatría.
