Cuidado con los rincones y la ropa guardada
LA ARAÑA DEL RINCÓN
Diciembre 2022
La araña del rincón, denominada científicamente como Loxósceles laeta, es la especie de araña domiciliaria más difundida en América del Sur. No obstante convivir en forma frecuente en los hogares, algunas veces su picadura puede provocar lesiones graves o incluso fatales, relacionadas especialmente con la edad de la víctima y la ubicación de la lesión.
El cuerpo de esta araña mide entre 8 y 12 mm. de largo pudiendo alcanzar con las patas extendidas hasta 45 mm. Es de color pardo y su cuerpo suele poseer una mancha oscura en forma de violín lo que le da su nombre en distintas regiones de América.
Como se dijo anteriormente este arácnido suele tener hábitos domiciliarios. En Chile, por ejemplo, se la ha encontrado en el 41% de las viviendas urbanas y en el 24 % de las viviendas rurales, según estudios provenientes de este país.
Lo cierto es que esta araña suele permanecer en los hogares. Es de hábitos solitarios, desarrollando su actividad generalmente de noche. Teje su tela en rincones altos y sombríos detrás de cuadros o guardarropas.
La araña no es agresiva, sino que pica en forma accidental al comprimirla sobre la piel mientras la persona duerme, al vestirse o al calzarse. Si bien el accidente puede ocurrir durante todo el año suele ser más frecuente en primavera y verano, especialmente frente al cambio de ropa en placares o armarios que han permanecido cerrados o con poca actividad, con ropa colgada o calzado. Del mismo modo, en los rincones de garajes, altillos poco frecuentados o poco iluminados.
El veneno de la picadura tiene la propiedad de necrotizar, o sea, provoca la muerte del tejido afectado, con destrucción de glóbulos rojos, alteraciones en los capilares y vasos sanguíneos, pudiendo producirse hemorragias por la alteración de la permeabilidad de los mismos.
Todos los fenómenos comentados tendrán mayor o menor importancia en relación a la edad o tamaño de la persona atacada y de la localización de la picadura.
Afortunadamente, en el 90% de los casos las lesiones quedan circunscriptas a la piel, provocándose en la zona hinchazón, inflamación y probable ulceración, sin el pasaje de la toxina a la circulación general. Sin embargo, cuando se trata de bebés o niños pequeños el riesgo de que esto último suceda es más elevado. Lo mismo sucede cuando la picadura se localiza en cuello, cara o directamente sobre vasos sanguíneos donde la posibilidad de diseminación del tóxico es mayor.
La picadura generalmente produce dolor tipo pinchazo que va aumentando hasta las primeras 8 horas del episodio. La zona alrededor de la misma se necrosa, desarrollándose una ulceración en la zona que finalmente se resuelve en forma espontánea. Cuando el veneno alcanza la circulación los síntomas pasan a ser generales, desde malestar, decaimiento, escalofríos y fiebre hasta provocar en ciertas oportunidades gran deterioro del estado general, shock y muerte, esto último especialmente relacionado con niños pequeños y la ubicación de la picadura.
Frente a toda lesión compatible se debe concurrir a un centro médico para valorar su importancia o gravedad. Suele ser aconsejable limpiar la zona de la picadura con agua y jabón, no frotar ni colocar torniquetes ni calor en la zona. Algunas veces y especialmente en los niños se requiere observar la evolución durante al menos 8 hs. No hay antídotos frente a este tipo de veneno.
En relación a todo lo comentado, los bebés suelen ser los más afectados por estas y no es infrecuente la aparición de shock y la necesidad de cuidados médicos intensivos para preservarles la vida.
La prevención como ocurre generalmente es lo principal para evitar estos lamentables episodios, manteniendo normas de aseo, higiene y orden en todos los recintos, especialmente en rincones, debajo y detrás de muebles y cuadros. La curiosidad del niño deambulador puede facilitar el contacto con la araña.
Será importante también eliminar las posibilidades de acceso y hábito de los insectos, cerrando en lo posible orificios y aberturas en muros, cielos rasos y pisos.
Dado que los recintos oscuros o cerrados por algún tiempo constituyen el hábitat ideal de estas arañas, se deben abrir con precaución, iluminando previamente el ambiente y provocando algo de ruido para permitirle al arácnido huir. Es aconsejable no manipular escombros o maderas acumuladas sin la protección adecuada en manos y pies. Las telas de araña deben ser siempre removidas con precaución.
Los cambios de ropa, especialmente en el comienzo de los veranos, suelen ser propicios para que las arañas aparezcan en sitios que permanecieron cerrados y oscuros durante algún tiempo prolongado. Lo mismo ocurre con el interior de los zapatos. Es importante sacudir la ropa, en especial las medias y la ropa de los bebés.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación. 2022
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