La importancia del agua que bebemos

por | 28 febrero, 2023

Agua que has de beber…

¿A QUÉ LLAMAMOS AGUA SEGURA?

Marzo 2023

 Si bien todos tenemos contacto a diario con el agua también sabemos que hay distintos tipos de “aguas”. La diferencia entre ellas es fundamental a la hora de consumirlas tanto para beberla como para distintos tipos de usos.

Se denomina “agua segura” a aquella que no contiene microorganismos ni sustancias tóxicas que no puedan afectar la salud de las personas al ser bebida. Por lo tanto, no transporta bacterias, virus o parásitos. Tampoco elementos tóxicos como pueden ser el plomo, arsénico, etc.

Una fuente segura de agua y la adecuada eliminación de las materias fecales, se consideran, junto a las vacunas, como fundamentales en el control y erradicación de enfermedades infectocontagiosas.

En nuestro país casi el 80% de la población está conectada a la red de agua potable. Sin embargo, aún 9 millones de habitantes obtienen el agua para beber de aljibes, pozos, cisternas, ríos o lagos.

En todos estos casos el agua debe ser tratada en forma adecuada para que pueda considerarse como segura y de esa forma ser apta para su ingestión.

Uno de los métodos más frecuentes es el agregado de lavandina o cloro. La forma correcta de realizarlo es agregar 2 gotas de lavandina por cada litro de agua, mezclándola y dejándola reposar aproximadamente durante 30 minutos. Es importante confirmar, leyendo la etiqueta del producto, que el mismo sea apto para desinfectar agua, dado que es frecuente en el mercado la venta de lavandinas modificadas con perfumes u otras sustancias. Del mismo modo todos los productos tienen fecha de vencimiento. El caso de la lavandina no es la excepción y de ello dependerá su efectividad.

La utilización de este producto elimina bacterias y virus, pero no alcanza para destruir quistes de parásitos como la Giardia y otros similares. A pesar de las frecuentes campañas promoviendo su uso el método no es totalmente eficiente.

Hervir el agua es la forma más antigua para eliminar todo agente infeccioso, incluyendo a los quistes de parásitos. Si bien no hay acuerdo en el tiempo de ebullición, los estudios científicos señalan que calentando el agua hasta que hierva sería suficiente para convertirla en segura.

Más aún, las mismas investigaciones afirman que cuando el agua supera los 65°C las bacterias mueren rápidamente, cuando se superan los 70°C en menos de un minuto se inactivan virus de hepatitis y quistes de parásitos. Por último, todos los organismos presentes en el agua mueren en segundos a temperatura de ebullición. Todos vimos alguna vez hervir el agua y los borbotones que produce en su superficie. Por lo tanto, el fenómeno constituye una forma simple de conocer a partir de cuándo el agua se encuentra libre de gérmenes.

En conclusión, el método más adecuado para asegurar la eliminación de agentes infecciosos en el agua es la ebullición. Con calentarla hasta que hierva es suficiente.

Sin embargo, no es conveniente hervirla demasiado tiempo dado que implica mayor gasto de energía y mayor riesgo de quemaduras. Se debe considerar además la posibilidad de que el agua de pozo, hervida durante más de 10 minutos, concentre los nitritos que posea, pudiendo provocar la aparición de intoxicaciones, especialmente en los bebés.

Luego de hervirla se debe tapar el recipiente evitando la recontaminación, dejándola enfriar. Conviene agitarla para que se oxigene y mejore el sabor. Finalmente se almacena en un recipiente limpio y con tapa.

Otra forma de consumir agua segura es obtener la que proviene de la lluvia. Si se utiliza aljibe se debe desechar la primera captada durante los primeros minutos, la que podrá ser usada para el riego.

El agua de red que llega a los domicilios es la consecuencia de la captación desde los reservorios naturales o de la perforación de pozos. Continúa con distintos procesos y controles de laboratorio que la convierten en segura. Sin embargo, en ocasiones el tratamiento puede fallar, especialmente si el mantenimiento de las instalaciones para realizarlos o el estado de las cañerías es inadecuado.

Lamentablemente, los tóxicos en el agua no se eliminan ni hirviéndola ni con el agregado de lavandina.

La concentración de plomo y la contaminación ambiental generada por agrotóxicos han provocado intoxicaciones, especialmente en el agua obtenida de pozo. Resulta útil en algunas zonas con estos antecedentes la captación de agua de lluvia, como se promueve en algunos países desarrollados.

Por último, el agua embotellada que se expende en todos los comercios, debe ser sometida siempre a controles por organismos estatales competentes. Tiene la dificultad del costo y la generación de plásticos que deben ser reciclados. En cambio, constituye la mejor opción frente a terremotos o inundaciones donde la obtención de agua segura suele ser dificultosa.

Fuente: Beltramino J. y col. “Preguntas frecuentes de alimentación” Programa Nacional de Actualización Pediátrica. Sociedad Argentina de Pediatría. 2022.

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