El grito, la voz ronca…
TRASTORNOS DE LA VOZ EN LOS NIÑOS
El trastorno de la voz en los niños es un problema bastante común que puede llevar algunas veces a originar dificultad en la expresión y la comunicación con implicancias directas en la escuela con los docentes y con sus pares.
La voz ronca, áspera o con dificultad para vocalizar es la consecuencia del problema, al que muchas veces no se le presta la atención debida.
Las cuerdas vocales, estructuras cartilaginosas responsables de la fonación en la laringe, no tienen aún formada una estructura estable en los niños, lo que las hace más propensas a ser afectadas debido a conductas vocales denominadas “adversas” como gritar, llorar o esforzar la voz en forma excesiva.
Los trastornos de la voz generalmente son secundarios a laringitis que se van prolongando en el tiempo debido a las referidas conductas, pudiendo llevar en algunos casos a la formación de pólipos o nódulos. A todo ello se suman los bajos niveles de autocontrol y la poca comprensión del problema por parte del niño que dificulta muchas veces la resolución.
El abuso de la voz incluye gritos y llantos prolongados y el mal uso de la voz significa que los niños hablan con un tono o volumen incorrecto.
Anteriormente se mencionó la estructura aún no estable de la laringe. A ello se suma también el incompleto control de los músculos laríngeos, provocando una mayor presión sobre la misma cada vez que gritan o lloran en forma prolongada, especialmente en niños durante la primera infancia.
Por otra parte, los niños roncos o con dificultades para liberar su voz suelen tener niveles significativamente más bajos de autocontrol, lo que lleva a emociones más impulsivas, poco controlables y una mayor probabilidad de exacerbar aún más esas mismas conductas vocales indeseables.
Los trastornos de la voz suelen ser más frecuentes en los varones. Distintas teorías intentan explicar esta diferencia, especialmente señalada durante la pubertad. La maduración de la fonación, los juegos o actividades y hasta las expectativas sociales entre uno y otro sexo hacen generalmente que el sexo masculino esfuerce más la voz para expresar sus sensaciones, especialmente la ira y el disgusto.
Algunos investigadores también han estudiado el ambiente familiar de los niños con trastornos en la fonación concluyendo que dentro de ella generalmente encontraban decibeles más altos de la voz en varios integrantes de la familia.
Los nódulos de las cuerdas vocales y los pólipos de las cuerdas vocales son los trastornos de la voz por comportamiento vocal adverso más prevalentes en niños. Estos hallazgos serían más frecuentes en aquellos niños más activos, extrovertidos y desatentos, situaciones que podrían condicionar el uso excesivo e inadecuado de la voz.
Otro estudio encontró un aumento significativo en la prevalencia de ronquera en niños después de actividades extracurriculares como campamentos de verano, lo que puede explicarse por el hecho de que a menudo gritan durante esas actividades.
Por último, otro estudio realizado en niños de coros, se enfocó especialmente en la higiene de la voz desarrollada en esta actividad como medio indispensable para proteger la voz y prevenir los trastornos en la fonación.
La familia y los docentes son los que deben alertar sobre la ronquera o carraspera frecuente de un niño. La costumbre de elevar la voz en forma excesiva o innecesaria obliga siempre a descartar en primera instancia la hipoacusia, por lo que siempre es necesario controlar la normal audición por medio de una audiometría.
Por otro lado, la probabilidad de cuerpos extraños en la vía aérea siempre debe ser considerada, especialmente frente a alteraciones súbitas de la voz que se acompañen de tos o incluso dificultad respiratoria. Las laringitis infecciosas o alérgicas también afectan a la normal fonación. Sin embargo, estos síntomas suelen desaparecer a medida que mejoran dichos cuadros.
Una vez descartadas estas entidades el trastorno específico de la fonación adquiere relevancia. Para ello, el especialista en Otorrinolaringología podrá confirmarlo por medio de la observación indirecta o directa de la laringe.
La reeducación de la voz será resorte del especialista en foniatría con ejercicios vocales especiales teniendo en cuenta también los aspectos emocionales del niño que, como vimos anteriormente influyen en el desarrollo de estos cuadros. En estas actividades, la participación y colaboración de la familia se hace fundamental para que en la casa se cumplan las indicaciones del profesional.
Es importante también disminuir en el hogar los ruidos y la elevación de la voz en todos sus integrantes.
Fuente: Six Yi, Hui Yang . “Revisión de práctica clínica sobre trastornos de la voz por conducta vocal adversa en pediatría”. European Journal of Pediatrics. 2023
Diciembre 2023