Deporte y lesiones

por | 29 octubre, 2023

LESIONES DEPORTIVAS EN LOS NIÑOS

Sobreuso de músculos y articulaciones

Noviembre 2023

Cada vez es más frecuente que los niños inicien en forma temprana regímenes de entrenamiento ya sea por los beneficios del ejercicio o como parte de la prevención o tratamiento de enfermedades concretas.

Del mismo modo, las consultas por lesiones ocasionadas durante la práctica de deportes son cada vez más frecuente en las edades pediátricas.

Lo cierto es que la actividad deportiva se instala en niños y adolescentes cuyos cuerpos están en constante crecimiento y modelamiento.

Previo a la pubertad, la presencia de los cartílagos de crecimiento hace a los huesos largos algo más flexibles, pero también más frágiles a traumatismos importantes.

El adolescente en cambio va adquiriendo las características propias del aparato locomotor adulto. Presenta una transición en la que ya no goza de la flexibilidad de la infancia ni tampoco de los beneficios de un aparato locomotor adulto.

Los huesos que aún poseen cartílagos de crecimiento abiertos son más débiles en esos segmentos y facilitan la aparición de lesiones. Los ligamentos articulares suelen ser más resistentes que el hueso donde se fijan provocando desde inflamaciones hasta desprendimientos óseos que pueden comprometer dichos cartílagos.

Por otra parte, la mayoría de los huesos largos no pueden verse en forma completa por medio de las radiografías, dado que el cartílago no es captado por ellas, dificultando algunas veces la interpretación de las lesiones en las imágenes.

A medida que se completan los procesos madurativos, el cartílago de crecimiento se va fusionando con el resto del hueso, determinando un freno paulatino y normal del crecimiento, aportando también mayor resistencia a este tipo de lesiones.

La lesion deportiva se define como una lesión aguda o crónica, por uso excesivo, que ocurre durante una práctica o que fue causada por el ejercicio realizado durante un tiempo. Debido a esta lesión, el deportista no puede finalizar la sesión de entrenamiento o no puede intervenir en la competencia.

Un niño o un adolescente puede presentar distintas lesiones deportivas agudas o crónicas. Las primeras son ocasionadas por un solo evento traumático como puede ser un golpe, un mal movimiento o un estiramiento excesivo, pudiendo comprometerse según sea el caso desde la piel, músculos, ligamentos y huesos.

Las lesiones por sobreuso son aquellas que no pueden atribuirse a un evento puntual, siendo resultado de una secuencia de movimientos repetitivos y/o a un patrón de carga excesiva. De esta forma aparecen inflamaciones en los sitios de inserción de los tendones, los desprendimientos óseos comentados, (apofisitis) y pequeñas fracturas.

El riesgo de aparecer estas lesiones suele estar relacionado con el aumento del volumen e intensidad del entrenamiento y con la especialización deportiva temprana. La misma se define como la participación del niño en un solo deporte, por más de 8 meses/año.

Muchas lesiones deportivas en los niños, se deberían a una preparación física inadecuada y a la fatiga generada por sobrecarga. Es decir que la lesión se produce porque el niño no está físicamente preparado para enfrentar esa actividad. De allí la necesidad de poseer en estos casos una correcta supervisión deportiva para evitar estos trastornos.

En algunos casos los padres y el mismo niño parecen estar más preocupados por la temprana especialización y menos conscientes del vínculo entre dicha especialización y las lesiones por uso excesivo.

Un ejemplo característico de este tipo de lesiones lo constituye la denominada enfermedad de Osgood-Schlatter. La misma es la inflamación e irritación del núcleo ubicado en la parte superior de la tibia. Se manifiesta por dolor e inflamación inmediatamente por debajo de la rodilla. Los síntomas empeoran al correr, saltar, subir escaleras o pendientes, pudiendo afectar una o ambas piernas.

Esta enfermedad ocurre generalmente durante el estirón de la pubertad cuando los huesos, los músculos y los tendones pueden crecer a distinto ritmo. De este modo, el tendón que conecta la tibia a la rodilla tironea en el lugar de su inserción, cercano al cartílago de crecimiento en la parte superior del hueso. El reposo y la medicación analgésica suelen ser suficientes para detener el cuadro hasta cuando finalice la pubertad.

Otro tipo de lesión deportiva por sobreuso es la fractura por estrés. La misma es provocada por tensiones frecuentes y repetitivas sobre una parte del hueso. Dadas las particularidades del mismo en esta época de la vida se produce una pequeña fractura en una zona periférica que suele provocar dolor en un punto específico, que se exacerba cuando se lo intenta palpar.

Algunos deportes se asocian a mayor riesgo de fractura por estrés como el atletismo, artes marciales y baile. Las extremidades inferiores son frecuentemente las más afectadas. El tratamiento consiste generalmente en el reposo deportivo, el retorno progresivo al mismo y la adecuación del esfuerzo para evitar la recurrencia de la lesión.

Finalmente se puede afirmar que estas lesiones reflejan claramente que el aparato locomotor de niños y adolescentes constituyen un complejo sistema en pleno desarrollo y maduración.

Las lesiones aquí comentadas y otras menos frecuentes merecen ser tenidas en cuenta al momento de la iniciación deportiva y durante su práctica, sin olvidar la actividad física desarrollada en los ámbitos hogareños y escolares donde los riesgos de padecer estas lesiones también se hallan presentes.

Fuentes:

  1. Blanco M. y col. “Lesiones traumatológicas asociadas al deporte”. Programa Nacional de Actualización Pediátrica. Sociedad Argentina de Pediatría. 2023
  2. Shapiro F. y col. “El cartílago de crecimiento: biología y biomecánica del desarrollo”. Revista española de cirugía ortopédica y traumatología. 2005

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