Hipotiroidismo

por | 26 febrero, 2018

Hipotiroidismo1CUANDO LA TIROIDES NO FUNCIONA DEL TODO BIEN

¿Qué es la tiroides?

Marzo 2018

La glándula tiroides es un órgano situado en la región anterior del cuello, por delante de la tráquea y la laringe. Posee dos lóbulos que se encuentran unidos por medio de un istmo en la parte media.

Su función es secretar hormonas tiroideas, resultado de la síntesis de las células especializadas que alberga. Las dos hormonas principales son la T4 o tiroxina y la T3 o triyodotironina. Para ella necesita de yodo que le llega por la sangre y teniendo relación directa con su ingesta.

Las hormonas tiroideas cumplen una función de diferenciación celular desde las etapas tempranas del desarrollo. En el adulto intervienen en todas las funciones metabólicas del organismo.

Se ha denominado muchas veces como “glándula de la vida” a la tiroides, dado que sin ella serían imposibles la mayoría de las actividades de toda persona, desde su temperatura hasta su normal movilidad.

La secreción de las hormonas tiroideas son el resultado de un complejo engranaje de señales que por medio de mensajeros a través de la sangre inducen a incrementar o disminuir la producción según las necesidades del cuerpo. Todo se origina en la glándula hipófisis, en la base del cerebro, que secreta la hormona TSH según los requerimientos metabólicos del organismo. Por medio del transporte hemático llega a la tiroides provocando la producción de las hormonas anteriormente descriptas. Estas últimas, una vez liberadas, inducen una contraseñal que provoca la disminución de la secreción de la TSH por la hipófisis, conformando un perfecto mecanismo de control.

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Las dos hormonas tiroideas tienen receptores en todas las células del organismo, interviniendo en el control de la temperatura de forma general, regulando la actividad cardiovascular y la forma en que el cuerpo usa y almacena energía, proceso que se conoce como metabolismo.

El agrandamiento de la tiroides se denomina generalmente “bocio”. Generalmente es secundario a la hipertrofia de la misma cuando el Yodo que le llega es escaso para producir las hormonas. De esta forma la glándula trata de compensar esa disminución del mineral incrementando su tamaño. Sin embargo dicho mecanismo termina siendo insuficiente desembocando muchas veces en hipotiroidismo. Se denomina así a la patología producida por un déficit en la producción de hormonas tiroideas.

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Hay muchos factores que pueden provocar hipotiroidismo. En el caso anterior es la ausencia de yodo en la dieta. El llamado hipotiroidismo primario es la causa más frecuente de hipotiroidismo en la población mundial. Es originado por una reducción en la secreción de hormonas por la glándula sin un origen establecido. Entre las causas más frecuentes de hipotiroidismo secundario en los adultos se encuentra la denominada enfermedad de Hashimoto. En dicho cuadro, por motivos aún no conocidos el organismo libera anticuerpos contra la misma glándula, llevándola a su destrucción. También suele aparecer hipotiroidismo en personas que han sido operadas de la tiroides o que han recibido irradiación de la glándula, o que reciben agentes químicos medicamentosos para el tratamiento de otras enfermedades pudiendo afectar secundariamente el funcionamiento de la glándula tiroides.

En todos estos cuadros la disminución en la función tiroidea provoca síntomas que generalmente se van instalando progresivamente con la evolución de la enfermedad. En el niño se va notando un crecimiento lento fundamentalmente de extremidades que se refleja en la talla, retraso en la dentición, tendencia al sobrepeso, disminución del apetito, intolerancia al frío, piel áspera y seca, pelo quebradizo constipación, sueño, cansancio y retraso en el desarrollo puberal. Hay trastornos en el rendimiento escolar generalmente por sueño, fatiga o falta de interés.

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Se denomina hipotiroidismo congénito a aquel que se encuentra desde el nacimiento. Su frecuencia es de aproximadamente 1 cada 2000 bebés. Las causas más frecuentes  son la falta de glándula tiroides, alteraciones en su formación o defectos en la síntesis de hormonas. Pueden tener antecedentes familiares, irradiación durante el embarazo o ser parte de síndromes que afecten otros órganos del organismo. Sin embargo no suelen encontrarse causas para la ausencia o atrofia glandular.  La disminución o ausencia de hormonas tiroideas en etapas de crecimiento y desarrollo pone en serio riesgo la vida futura del niño. En caso de no diagnosticarse en forma precoz las más frecuentes consecuencias son la aparición de retardo mental, grados variables de retardo de crecimiento y alteraciones neurológicas. Todas estas características responden al cuadro denominado cretinismo.

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Dado que durante los primeros días y meses de vida estos niños aparentan ser normales es muy difícil llegar a un diagnóstico clínico precoz. De allí que sea necesario la obtención de una muestra de sangre del recién nacido antes del alta en la maternidad. De esa forma se puede comprobar la actividad de la glándula mediante el dosaje hormonal.

Para la detección del hipotiroidismo congénito basta sólo una gota de sangre que se coloca en papel de filtro y se envía a centros especializados. Estos métodos de pesquisa neonatal han permitido su diagnóstico y tratamiento tempranos,

En nuestro país, existe una legislación que obliga a su detección precoz (ley 23413 y 23874 del 26/10/86 y 24/10/90 con decreto reglamentario 1316/94 del 8/8/94,

El déficit de hormona tiroidea debe ser resuelto por la incorporación de hormona tiroidea en forma medicamentosa de por vida con muy buen pronóstico de iniciarlo en forma precoz.

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