EL PECHO SUMA VENTAJAS

por | 27 julio, 2023

Muerte súbita del bebé

EL PECHO MATERNO PUEDE EVITARLA

Agosto 2023

La muerte súbita de un lactante es un hecho dramático, inesperado y angustiante que suele ocurrir en niños aparentemente sanos mientras duermen, especialmente durante el primer trimestre de la vida.

Desde el año 1969, cuando se introdujo en la literatura médica el nombre de esta entidad, se investigaron muchos factores que podían estar relacionados con este trastorno, surgidos especialmente de antecedentes comunes que presentaban muchos de los fallecidos, con el propósito de poder prevenir estos episodios fatales. Así surgieron antecedentes frecuentes entre los niños fallecidos que podrían favorecer la aparición del fenómeno. Muchos de ellos fueron considerados como no modificables o imposibles de prevenir. Entre ellos el bajo peso al nacer, pertenecer al sexo masculino, ser gemelar, hijos de madres adolescentes y mayor ocurrencia durante épocas invernales. Otros, difícilmente modificables y también frecuentes como eran el hábito de fumar de la madre durante y después del embarazo, la depresión puerperal, el bajo nivel económico, el maltrato del niño, etc.

Por otra parte, también se encontraron factores que se podían modificar algunos hábitos y costumbres en la crianza de los bebés. De allí surgen las recomendaciones de acostar al bebé “boca arriba”, la cuna cercana a los padres, impedir que la cabeza del bebé pueda quedar cubierta por la ropa de cama, evitar el sobrecalentamiento y el colecho, etc. Del mismo modo, también se describieron factores protectores que incluyeron a la lactancia materna en forma principal.

La participación del pecho materno en la prevención de la muerte súbita no está totalmente demostrada, especialmente porque pueden participar también en su aparición los factores mencionados anteriormente. Sin embargo, estos trágicos episodios fueron y siguen siendo menos frecuentes en niños alimentados con pecho en forma exclusiva. De acuerdo con la bibliografía, la muerte súbita es dos o tres veces más frecuente entre los niños alimentados con biberón.

No es frecuente escuchar este tema cuando se habla de los beneficios del amamantamiento, No obstante, en relación a la frecuencia de este trastorno, es importante tenerlo en cuenta y agregarlo a la larga lista de beneficios que provee.

Se debe partir siempre de la base que el amamantamiento es un hecho natural a la que la especie humana está fisiológicamente adaptada y, a partir de esta premisa explicar los motivos por los cuales la lactancia materna puede ejercer esa prevención.

En principio, las madres que amamantan a sus hijos permanecen más tiempo en contacto con ellos durante la noche, intercambiando estímulos como lo son el contacto piel a piel, sonidos, movimientos, olores, etc. Muchas madres suelen consultar por la frecuencia de las lactadas durante la noche en los primeros meses del bebé. Suelen comparar la experiencia de otras madres que con una mamadera de complemento a la noche logran que el niño se despierte menos durante su transcurso. Si bien esta afirmación puede ser cierta en muchos casos, dar pecho durante distintos momentos de la noche aumenta las posibilidades de intervención de la madre si su hijo experimenta un evento de aparente amenaza a la vida. Está demostrado por otra parte que la mayoría de las madres que realizan colecho con su bebé, colocan a los mismos en posición “boca arriba” luego de amamantarlos.

Habría además otros factores a tener en cuenta que ayudarían a prevenir los episodios de muerte súbita. Entre ellos, las propiedades antiinfecciosas de la leche materna que disminuirían las chances del bebé a presentar enfermedades respiratorias y que podrían contribuir al desenlace fatal. La forma de succionar del lactante sería también de importancia, dado que los músculos de la boca y de la mandíbula inferior realizarían un esfuerzo mayor cuando el bebé succiona el pezón, comparándolo al que hace con una tetina. Además, el bebé amamantado suele girar el cuello en busca del seno materno; de esta forma lograría mayor tono muscular, permitiéndole rotar la cabeza en forma más fácil y rápida en caso de acostarse boca abajo.

El puerperio a veces se hace dificultoso para muchas madres lo que, sumado a la desinformación, la publicidad de leches comerciales y consejos poco felices motivan que la continuidad del pecho durante las noches se convierta en un desafío a vencer tanto para la madre como para el pediatra.

Sin embargo, pocas veces se pone de manifiesto que su mantenimiento, además de todos los beneficios conocidos, podría prevenir en muchos casos la aparición de la muerte inexplicada en una cuna.

El amamantamiento incluye tantas ventajas que sería casi imposible resumirlas en un solo párrafo. Una de ellas es la probabilidad de prevenir estas muertes, muchas veces inexplicables.

Fuente: Jenik A. y col. “La alimentación a pecho como factor de prevención del síndrome de muerte súbita del lactante: acuerdos y controversias”. Archivos Argentinos de Pediatría. 2004

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *