INFECCIONES POR ESTREPTOCOCOS

por | 27 julio, 2023

Muertes por estreptococos

ANGINAS Y ALGO MÁS

Últimamente se reportaron en nuestro país casos graves y muertes ocasionadas por el estreptococo pyógenes. Las anginas suelen ser una de las puertas de entrada del microbio y por lo tanto el tema merece un informe al respecto.

El término popularmente llamado angina corresponde a lo que se denomina en términos médicos “faringitis”. Esta entidad se define como una inflamación infecciosa de las fauces. Las fauces comprenden el paladar, las amígdalas y la pared posterior de la faringe, vulgarmente conocida como el fondo de la boca.

La faringitis o angina puede ´poseer distintos tipos de presentación, según lo que el médico durante su examen visualiza. De esta forma las anginas pueden ser:

  • Eritematosas o rojas
  • Pultáceas, con puntos y secreciones
  • Con membranas
  • Con vesículas
  • Con petequias o pequeñas hemorragias.

Las anginas son originadas ´por una gran variedad de gérmenes dentro de los cuales los virus constituyen aproximadamente el 85%.

Si bien como vimos hay distintas formas de presentación, las mismas no suelen ser específicas del agente que les da origen. Poseen una prevalencia estacional, aumentando su frecuencia en invierno y primavera. Además, algunos gérmenes predominan en distintas edades.

Si bien la etiología viral lleva la delantera en todas las edades, la faringitis bacteriana por el estreptococo pyógenes suele ser frecuente en niños durante la segunda infancia o edad escolar.

Hay algunos signos y síntomas que algunas veces pueden orientar al diagnóstico etiológico del agente productor.

 Generalmente la fiebre y el dolor de garganta precedido por mocos y tos en menores de 2 años hace prever que el origen sea un virus respiratorio. Suelen aparecer en invierno y es frecuente el antecedente de la misma afección en el grupo familiar o en la guardería. La faringe suele estar levemente colorada pero lo más evidente son los mocos en la nariz que se van tragando.

Estas anginas no deberían ser tratadas con antibióticos dado el origen viral de las mismas, evolucionando en forma espontánea y favorable en relación a la disminución o eliminación de los mocos.

En cambio, la angina bacteriana producida por el estreptococo suele tener un comienzo más brusco con fiebre, cefalea, dolor de garganta, náuseas o vómitos, dolor de abdomen, agrandamiento de ganglios debajo de la mandíbula y cuello y a veces erupción en la piel, constituyéndose en escarlatina. No suelen coincidir con la presencia de mocos, tos o conjuntivitis.

Estas anginas suelen mostrar una faringe muy roja acompañada de puntos de necrosis y secreciones blanquecinas en el fondo de la garganta y especialmente sobre las amígdalas. La aparición de estos cuadros transcurre en cualquier época del año, pero especialmente durante el invierno y la primavera. Generalmente aparece en niños escolares y adolescentes.

Toda angina producida por el estreptococo pyógenes debe ser tratada con antibióticos con el fin de evitar sus complicaciones. Entre ellas, las más frecuentes son la fiebre reumática que daña al corazón y la glomerulonefritis que afecta especialmente a los riñones pudiendo desembocar en la insuficiencia de los mismos.

Por medio del hisopado o exudado de fauces se detecta la presencia del estreptococo y de esta forma se inicia el tratamiento correspondiente. La penicilina o sus derivados han demostrado su eficacia contra el mismo si se toma sin interrupciones durante 10 días. No hay a la fecha anginas que sean resistentes al tratamiento con dicho antibiótico.

Es importante resaltar que existen portadores sanos del estreptococo que, a pesar de no enfermar, lo pueden transmitir provocando cadenas de contagios.

A pesar de todas las características comentadas, algunas veces los menores de 2 años pueden sufrir también anginas por estreptococo, debiendo ser medicadas de igual forma que a los niños mayores.

Las enfermedades graves que se sucedieron en forma reciente y con elevada mortalidad son secundarias a formas invasivas del estreptococo. En estos casos la infección, muchas veces originada en una angina, se disemina y afecta a distintos órganos del organismo con la gravedad y el riesgo de muerte correspondiente.

No se conoce a ciencia cierta el motivo de esta diseminación, descartando a las personas con inmunodeficiencias o enfermedades crónicas que la pudieron haber padecido. Las investigaciones al respecto señalan un incremento de estas infecciones severas en los últimos 30 años apareciendo “brotes” generalmente cada 5 años en áreas bien definidas.

Estas “epidemias” parecen relacionarse con mutaciones del estreptococo que favorecerían su mayor agresividad y la invasión del resto del organismo. No obstante, ello, estos cambios no han significado una menor susceptibilidad a la penicilina, siendo su prescripción indispensable para tratar también estos casos.

Afortunadamente, la mayoría de las anginas continúan siendo virales. El estreptococo, una vez identificado, debe tratarse con penicilina o sus derivados. Cumplir con la dosis diaria indicada y no interrumpir el tratamiento hasta cumplir 10 días. La alta sensibilidad del germen al antibiótico garantiza la curación, evitando el contagio incluso luego de 24 horas de haberlo iniciado y permitiendo por lo tanto la rápida reinserción escolar mientras el tratamiento continúa.

Fuente: “Concenso sobre Infecciones en Pediatría Ambulatoria”. Comité Nacional de Infectología. Comité de pediatría Ambiulatoria. Sociedad Argentina de Pediatría.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *